El atlas de las nubes

Un mosaico narrativo de larga duración que va desde la Inglaterra victoriana hasta una hipotética sociedad futurista. La recreación de las distintas épocas está muy bien lograda.

La semana pasada se estrenaba El atlas de las nubes, un trabajo colectivo de Tom Tykwer y Andy y Lana Wachovski. La historia nos lleva desde la Inglaterra victoriana hasta un mundo primitivo futuro, pasando por el Cambridge de 1936, el San Francisco de 1973 y el Londres actual. El atlas de las nubes es una historia que pretende contar cómo un simple acto en el pasado puede provocar una revolución en el futuro, y cómo una misma alma puede pasar de asesino en potencia a héroe. Lo primero que hay que decir de esta película es que ni  su argumento ni la forma en que se desarrolla es convencional, y esto puede gustar más o menos, pero es de agradecer en el cine actual, saturado de películas que son simples fotocopias del éxito del momento o intentos de seguir aprovechando la gallina de los huevos de oro (sí, estoy hablando de la 5ª entrega de Jungla de Cristal)

Este film cuenta con un reparto estelar: Halle Berry, Hugo Weaving, Hugh Grant o Tom Hanks entre otros. Cada uno de ellos lleva a cabo varios papeles, mostrando una enriquecedora versatilidad. El atlas de las nubes tiene una introducción de unos 5 ó 10 minutos, en la que se nos presentan las historias principales de los diferentes momentos temporales en los que se desarrolla la trama. Es ésta una introducción muy bien cuidada, con un ritmo adecuado, en el que sólo se nos cuenta lo fundamental para dejarnos con ganas de conocer el resto.Una vez terminada esta introducción, la película transita, con un ritmo a veces irregular, entre los distintos relatos y momentos históricos. De igual manera, se da una curiosa mezcla de géneros como ciencia-ficción, romance, drama o thriller. La película mezcla momentos de gran emotividad y dramatismo, como el suicidio de Ben Whishaw,  con pasajes de humor, como la secuencia que tiene lugar en un bar repleto de hooligans escoceses.

La mano de los hermanos Wachowski se nota en el relato más futurista, empezando por la propia historia (una salvadora a la que hacen ver la realidad en la que está basado el mundo futuro, para que pueda salvar a éste) y siguiendo con el héroe del futuro, que tanto en el vestuario como en las peleas con los esbirros policiales nos recuerda al Neo de Matrix. He de decir, no obstante, que a un servidor la reconstrucción del NeoSeul le trajo a la cabeza la gran Blade Runner.

Otro elemento destacable es lo lograda que está la caracterización de cada época gracias, entre otros factores, al cuidado vestuario. Asimismo, cuenta por momentos con una excelente fotografía. La excesiva duración (casi 3 horas) resulta un lastre para El atlas de las nubes y, en humilde opinión de quien esto escribe, es la principal razón de que la peli no termine siendo del todo redonda. Aun así, quienes quieran disfrutar de un mosaico narrativo basado en una mezcla de personajes y géneros, además de una historia alejada de los parámetros convencionales en el cine actual, tiene una buena oportunidad con El atlas de las nubes.